Las malezas acuáticas son un flagelo habitual en los lagos de Buenos Aires.

 El mayor peligro de estas malezas es el de accidentes con nadadores o niños que caen por accidente.

 En esta foto se observan lentejuelas y otras melezas flotantes.

 


 Las plantas costeras suelen ir colonizando toda la superficie de los lagos de menos de 4 metros de profundidad.

 La vegetación costera es muy beneficiosa para el ecosistema del lago, pero debe ser controlada periódicamente.

 

 El exceso de nutrientes producen grandes proliferaciones de algas que dan un muy mal aspecto al lago. Esto es debido al lavado de fertilizantes proveniente de jardines cercanos, por sedimentos que ingresan al agua, o por contaminaciones de cualquier otro tipo.

 

 

– Otro problema habitual y recurrente es la aparición de malezas sumergidas.

 En Bs. As. este inconveniente es muy común en lagos con una profundidad menor a 4 metros.

 

 

 En lagos nuevos habitualmente se realiza la consolidación de las costas para evitar o solucionar problemas de erosión.

 Se debe procurar especialmente implantar vegetación adecuadas para cada ambiente, para cada tipo de clima o de suelo. Debe cumplir la función para la que está siendo introducida, y adaptarse al tipo de suelo y agua de cada lago.

 La vegetación costera cumple además de un objetivo ornamental, varios objetivos funcionales como servir de refugio para aves, peces y fauna en general; evitar erosión costera; purificar el agua, sirve de barrera visual y acústica, etc.

 

 

 Muchos cuerpos de agua reciben sedimentos o se cubren de algas y malezas acuáticas. Esto lleva a que pierdan profundidad y se conviertan en pantanos, con mala calidad de agua y escasa vida.

 Con un correcto manejo puede evitarse y evitar realizar costosos procesos de recuperación.

 

 

 

Arturo M. Ossorio Arana
Ing. en Prod. Agropecuaria

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