El uso de MB en tratamientos de agua mejora la calidad y el medio ambiente del líquido. A través del camino de la fermentación inmoviliza los nutrientes para las especies invasoras como algas, reduce las impurezas y el amoníaco, y mejora el oxígeno disuelto y disminuye la turbidez.
Cuando se introduce MB en instalaciones de tratamiento convencional de aguas sépticas se reduce el costo, la cantidad de barros producidos y el tiempo necesario para la aireación. Así mismo incrementa la vida útil de los tanques y tuberías y previene la oxidación y la formación de óxidos.
Los MB son naturalmente purificadores. Hay más de seis clases de grupos de bacterias específicas trabajando en el proceso de purificación de agua.
Algunas propiedades de los Microorganismos Benéficos:
- Permite la descomposición de la materia orgánica (azúcares, aminoácidos, ácidos orgánicos, etc)
- Hace posible la propagación en condiciones anaeróbicas y a través de la respiración en condiciones aeróbicas.
- Activa a las bacterias que eliminan el sulfuro de hidrógeno y ácido nítrico para remover el nitrógeno. La habilidad para descomponer el amoníaco es muy fuerte.
- Son una fuente importante de una proteína unicelular que puede ser importante en la cadena alimentaria acuática.
- Son completamente no tóxicas.
- Incluso muertas son benéficas para los peces, como parte de la dieta (prevención de enfermedades)
- La pared celular tiene varios aminoácidos esenciales, vitaminas, y alto valor nutricional. La B 12 es particularmente abundante así como los carotenos.
La purificación del agua ocurre solamente con bacterias fotosintéticas vivas, por lo que hay que mantener un nivel mínimo de ellas vivas.
MB consiste en un consorcio de microorganismos capaces de realizar las tareas de mejoramiento del agua y medio ambiente. El resultado es el siguiente:
- Aumenta la cantidad de oxígeno disuelto (DO).
- Estabilización del pH.
- Reducción del olor.
- Descenso de los nutrientes excesivos.
- Disminución en la acumulación de barros.
- Reducción de la demanda de oxígeno bioquímico (DBO).
- Reducción del sulfuro de hidrógeno.
- Disminución de los compuestos orgánicos disueltos (DOC).
- Disminución de la materia orgánica.
- Posible reducción de los niveles de hierro y manganeso.
- Mejoramiento de la turbidez.
Putrefacción vs Fermentación
Biológicamente hay dos caminos para la descomposición de la materia orgánica, putrefacción o fermentación. La fuente de cualquier problema de olor es la materia orgánica podrida que sufrió el proceso de putrefacción.
Putrefacción:
La pudrición anaeróbica de la materia orgánica. Sus derivados, que producen mal olor, incluyen amoníaco, hidrógeno sulfúrico y sólidos.
Fermentación:
Proceso activo que ocurre por la utilización de microorganismos naturales seleccionados. Sus derivados son dióxido de carbono, agua y una menor cantidad de sólidos.
Solución:
Algunos procedimientos pueden simplemente enmascarar o intentar desplazar el mal olor. Los procedimientos de fermentación tratan la fuente real del olor creando el ambiente propicio para la descomposición sin olor de la materia orgánica.
El proceso de fermentación de la materia orgánica es la solución al desafío ambiental. Para que un proceso de fermentación ocurra en una laguna el entorno de la microflora debe ser conducido hacia un cultivo fermentativo. Es posible ese cambio con la introducción de un grupo selecto de microorganismos naturales.
Mediante un proceso de fermentación la reducción o eliminación de malos olores es posible debido a que los derivados de éste proceso son CO 2 y agua, totalmente compatibles con el medio ambiente.